Pensamientos

Las cosas que me pasan por la cabeza en ciertos momentos del día.

Todos en mas de una oportunidad nos jactamos de poseer una muy buena educación y buenos modales, pero que tanto respetamos día a día al Manual de Carreño, pongo el link porque algunos rotos no lo deben haber escuchado ni nombrar, pero que pasa en esos momentos que estamos solos, o que pasa cuando estamos en esos días en que no respetamos a nada ni a nadie:

En mi diario vivir me he dado cuenta de que muchas veces debo pasar por roto y he aquí las razones:

- Por la mañana despues de desayunar y salir volando a trabajar, todos pero todos los días me enchufo mi reproductor a un volumen que ya bastante sordo me tiene, es decir no escucho nada y siempre toca que un desubicado vecino o vecina se sube al ascensor y mueve la boca (recuerden que no escucho nada), entonces yo creo leer en esos insolentes labios que me saludan y me carga que me interrumpan cuando escucho música por lo que no saludo.

- Despues camino por la calle a velocidad cruzero, sin detenerme por nada ni por nadie, al subirme al metro trato de darle el asiento a la gente de mayor edad pero si las viejas regodionas quieren mi asiento en especial y no otro que este desocupado a esas no las pesco.

- Ahora al llegar a tomar el colectivo la cosa es de pelea, el que primero agarra la puerta se sube por lo que mas de alguna vez he dejado pagando a algun jeton, claro que en ocasiones me dejan pagando a mí.

- Al llegar a la pega trato de saludarlos a todas, una mina que no salude y se siente por una semana, pero saludo una vez al día no mas el resto de las veces me paso el saludo por la raja, por lo que terminan sintiendose igual.

- Pasa la mañana y voy a una picada a almorzar, porque una picada, porque es bueno bonito y barato que es lo mas importante, atienden como las reverendas eso sin lugar a dudas, las minas son mas rascas que reloj acasio, siempre pero siempre pido sopita, me cargan las entradas y en general todo lo que sea pasto, en esa sopita sopeo a mi regalada gana el pan, piolita sin que nadie me cache y como yo ya soy de la casa cambio el postre por otra coca cola. Claro que siempre dejo la gambita correspondiente de propina, por lo mismo se pelean por atenderme.

- Llego a la oficina me lavo los dientes y durante la tarde aprovecho algunos momentos de soledad para sacarme esos molestos mocos de la nariz, muchas veces casi me han pillado pero es que no puedo evitarlo, en Santiago se acumula mucho moco y mis fosas nasales enanas no lo resisten.

- En mi retorno a casa, siempre me topo con el metro lleno y al salir me da una lata tremenda andar pidiendole permiso a toda la tropa de giles que se instala en la puerta del vagón, por eso paso no mas haciendo gala de mi porte nadie se atreve a impedir mi paso, algunas veces ya estando fuera miro hacia atrás y me están mirando con una cara de asesinos y yo respondo con otra cara "dime algo po aer, algún problema...", paso corriendo por las escaleras atropellando a cuanto/a lenteja estorba mi camino, solo para tener el gusto de ser el primero en salir de la estación.

- De vuelta también me topo con vecinos en el ascensor, les doy poquísima bola, sobre todo si son vecinos gay, simplemente porque siempre interrumpen en la mejor de las canciones que porto.

- Ahora al llegar siguen mis roterías, por MSN, algunos me saludan y no los pesco, muchas veces porque de verdad no esto frente al pc y otras porque no tengo ganas de enfrascarme en sus conversaciones, solo hablo con unos pocos que de verdad llaman mi atención, pero es que por algo me estado es no disponible por lo que me escudo en este para estar conectado.

- Ahora que vivo solo no tengo problemas con mi rotería favorita, la flatulencia, si hasta voy al baño con la puerta abierta, así es que nadie me reta o me llama la atención por algún ninja o luchador de sumo, que se me escape.

Soy roto, todos lo somos unos mas que otros, ahora quiero ver si se atreven a contar las suyas o al menos comentar las mías.

# Pensado por: Då®th Pëgå$ø Nåzgü£ † ™ A esta Hora: 22:58